Arnaldo Sánchez Pérez símbolo humano en la imprenta de Cabaiguán

Todavía siente el olor del salitre y la imagen del inmenso Océano Atlántico cuando lo cruzó para llegar a esta tierra cabaiguanense, procedente de las Islas Canarias.
Apenas con 21 años de edad, sentía en su haber la responsabilidad de buscar un empleo y emprender una obra útil para él y su familia, ganarse el sustento y formarse como hombre de bien.
Este hombre nacido en la isla de la Palma, cual Quijote, alto, delgado y erguido, sobrepasa los 80 años, pero hace más de 6 décadas que su rostro se desplaza por la avenida Sergio Soto hacia la
Imprenta local "21 de diciembre", donde conoce cada rincón de este sitio, que lo ha visto joven, adulto y llegar a su vejez. Arnaldo Sánchez Pérez, está allí, conoce cada secreto de estas viejas máquinas que al igual que él, han burlado el tiempo en pos de seguir creando para la sociedad este arte de la gráfica, muy importante en cada empresa u organismo que se necesite.
Este hombre, ha sido maestro de generaciones lo que ha conllevado a recibir varios reconocimientos por la labor desempeñada en el centro laboral. En una ocasión visitó el suelo amado donde nació, luego regresa a Cabaiguán, segundo sitio donde decidió vivir su vida a plenitud, constituye ante sus compañeros de trabajo un símbolo humano, es ejemplo ante el colectivo, por estas razones es que Arnaldo Sánchez Pérez se ha ganado el respeto y el cariño de cuanta persona se acerca a él.

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