Por: Aramis Fernández Valderas
El ruinoso patrimonio arquitectónico de Cabaiguán recibe los auxilios de
cuidados intensivos. El Chalet de Fortún, es el último que tras la
respiración artificial luce como nuevo, independientemente de algunas
modificaciones por no estar todos los recursos necesarios en su debido
tiempo.
La Colonia Española, otra estructura con decenas de años a cuesta, poco a poco revive.
La transfusión de cemento, cal y arena va cambiando su aspecto, con la
promesa de los
constructores de rescatar la originalidad del inmueble.
Varios sacos, cargados, no puedo precisar de qué materiales, están
expuestos en la parte más nueva del Hotel Sevilla. Ojalá también sea
objeto de sanación para tener en la ciudad, al menos, un hotel donde el
viajero pueda poner a descansar su esqueleto.
El Comité Municipal de la Uneac junto con otros organismos,
instituciones gubernamentales y políticas batallan desde hace años para
rejuvenecer el conjunto inmobiliario cabaiguanense y así poner fin al
deterioro de las construcciones más emblemáticas del territorio. No solo
se ha hecho de forma teórica, en la práctica también han puesto las
manos. Ejemplo de ello es la Torre de Yero, única edificación, testigo
de tres siglos en la demarcación, y la devolución de la grata presencia
al Paseo de la ciudad.
En el rescate patrimonial, no puede dejarse fuera a la Iglesia
Católica, donde sus estructuras económicas y fieles, tocaron la campana
del esplendor. En regreso de la Virgencita a su sitio original, es otro
de los logros benéficos y sustanciosos sacados del olvido y devueltos a
nuestra identidad.
Para reponer las estructuras actualmente en reparación, también puede
emplearse, aunque sea simbólicamente, el gesto desprendido de los
cabaiguanenses, quienes desean, además, arrojar luz sobre los hoteles
Cabaiguán y Perla.
Si hace cinco años, algunos de los principales símbolos
arquitectónicos del pueblo parecían estar esperando la despedida de
duelo, ahora con los auxilios intensivos de los médicos de la cuchara y
la flota, parecen listos para unirse a los sobrevivientes del patrimonio
tangible de Cabaiguán.
Es bueno saber que se esta rescatando parte de la histórica arquitectura de nuestro municipio. He visto imágenes El Chalet de Fortún y mis Felicitaciones, esperamos que el Hotel Sevilla este dentro del programa de restauración por ser un icono de nuestro patrimonio municipal
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