Casi perdido en el recuerdo, pero bien conservado en los archivos, se encuentra la noticia de la reactivación en el año 1924 del Comité Pro-Ayuntamiento presidido por el señor Ramón Capirot, que abogaba por la independencia jurisdiccional del poblado. Fueron recogidas firmas entre los pobladores del lugar y se realizaron gestiones con varios
legisladores hasta que finalmente la Cámara y el Senado aprobó la ley el 28 de febrero de 1926 y ésta fue sancionada por el Presidente de la República Gerardo Machado y Morales, dándole la categoría de municipio al poblado de Cabaiguán y quedando reconocido a través de la Gaceta Oficial el 7 de abril de 1926.
Indiscutiblemente el nombre de José Chamán MiIla quedó como huella indeleble en la historia de la municipalidad. A partir de este hecho la figura del libanés quedó reafirmada en la política y en 1928 resultó electo concejal. Desde este puesto cooperó con cuántas mejoras se pretendieron hacer en el pueblo, por lo que al acercarse la construcción de la carretera.
Central lideró el grupo personalidades, que se levantaron con la iniciativa de conseguir que la nueva vía de comunicación y progreso tocara el poblado.
Imbuidos de entusiasmo el grupo de cabaiguanenses puso sobre los hombros del libanés la tarea de hablar con el Ministro de Obras Públicas, Carlos Miguel de Céspedes, entrevista que se concertó a través del Dr. Pastor del Río. No caben dudas que gracias a la gestión de persuasión realizada por estas personas y el poder de convencimiento que puso Chamán en sus palabras, hoy Cabaiguán dispone de esa importante vía de comunicación.
En 1928 quedó oficialmente establecido el paso de Cabaiguán a Sancti Spíritus por esa nueva vía de comunicación. Al cruce de la carretera Central por este pueblo y tras construirse las cunetas y los 400 metros del paseo, surgió una doble vía, que es símbolo y orgullo de los pobladores, por ser el único de la carretera que surca de oriente a occidente.
Cuando se inauguró el paseo el 24 de febrero de 1931 se acordó identificarlo con el nombre de Carlos Miguel de Céspedes como otra forma más de agradecimiento al funcionario. En 1937 se sustituye este nombre por el de Rodolfo Benítez, alcalde fallecido en funciones del cargo. En 1965 se renombró como Camilo Cienfuegos, nombre que lo identifica hasta la actualidad.
Los bancos, las luminarias y arbustiva fueron objeto de cambios con el decursar del tiempo.
Los bancos alternaban inicialmente entre dos modelos: granito, hierro y madera hasta la reciente restauración total, con respecto a las primeras luminarias presentaban bombas circulares, hasta que en 1959 le fueron colocadas altas lámparas y sobre la arbustiva hubo una reposición con diferentes árboles; primero majaguas, después pinos y los presentes en la actualidad.
Hoy, que el paseo Camilo Cienfuegos arriba al aniversario 85 de su construcción luce, nuevamente, más bello y confortable. Niños, jóvenes y adultos disfrutan de la quietud y frescura de su espacio, solo resta que todos se esmeren en su cuidado para poder conservar esta valiosa joya del patrimonio cabaiguanense.
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