Seguro que alguna vez te has enfermado y obligatoriamente te han ingresado en un hospital, de lo contrario, debes haber visitado a una persona, amiga o familiar que necesitada de reclusión en un centro de la salud,
Recientemente fui de estos últimos, me llegue al hospital materno infantil de aquí en Cabaiguán, una compañera de labor fue operada, y claro todos o casi todos queríamos esperarla cercanos al lecho de enferma,
aquellos pasillos estaban llenos, el cubículo desbordado, los visitantes, cada cual quería congraciarse más, preguntaban como periodistas que son y los que no, más que los mismos periodistas
Mi compañera de trabajo arribó al cuarto con buen color, pero en la medida en que el aire se enrarecía y las palabras volteaban una y otra vez en su cabeza, comenzó a palidecer, los colores de la cara de rosados se convertían en amarillos verdes, las musarañas rondaban el cuarto, y en vez de agradecer tanta visita, estaba loca porque nos fuéramos de la habitación.
Pero como ella, estaban casi todos los enfermos, algunos afirmaban que el momento más desagradable en un hospital es la hora de visitas, un enfermo no esta en condiciones de atender a nadie, ni repetir incansablemente, las causas de la enfermedad ni los pasos de la operación, ni el dolor que sienten en la herida, cuestiones sobre las cuales interrogan todos, a la hora de la visita
Esta experiencia me resultó contrastante con algunas expresiones referentes a estar locos por ver personas, pero eso será si en realidad no se está tan enfermo; el del padecimiento, lo que necesita es compañia de un familiar, amigo, o personal de enfermería y no del atropello, de cuadras de vecinos, ni hileras de compañeros que ya se conocen los males, por los cuales siguen preguntando.
Mira que afirmación: Quedaste entera, ni dolor te ha dado, ¿Oiga quien no va a sentir dolor si lleva en su vientre una herida de doce puntos?.
Cuando vaya a un hospital y estas son sugerencias muy personales, no lo haga en grupos, no eleve la voz, no castigue al paciente con preguntas, tal vez, se le dice, vine un momento y me retiro, tengo mucho trabajo después regreso; cuando pasen tres o cuatro días que ya se esta en plana recuperación, creo sea el momento de ir a conversar a entretener al amigo, y no castigarlo como si fuera un purgante de aceite ricino
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