Cultura campesina entre palmas y el bohío
La identidad del agricultor se guarda en arca segura, las palmas escoltan al caminante. El frondoso mamoncillo, refresca la calurosa mañana, mientras en la casa techada con guano cana reposa la historia de los labradores de la tierra en la isla. Veintitrés años cumple este 14 de octubre el Museo Etnográfico Regional Campesino, único de su tipo en Cuba.
Ubicada en la finca Nueve Hermanos en el kilómetro 3 de la carretera que comunica a Cabaiguán con Santa Lucía, la instalación atesora objetos, utensilios, herramientas de trabajo y elementos distintivos de la arquitectura agraria, característica del campo cubano hasta los inicios de los años setenta del siglo pasado.
Las fotografías de la familia Rodríguez, cuelga en la pared del cuarto matrimonial, parece que vigilan el orden y la limpieza del bohío el cual acumula miles de visitas de cubanos y extranjeros a lo largo de sus 23 años de existencia.
El pilón de maíz señorea en los alrededores a otras fabricaciones de tabla de palma real, típicas de las fincas de Cabaiguán, mientras los terrenos aledaños acogen la siembra de tabaco, malanga, y caña entre otros cultivos tradicionales de la nación.
El centro patrimonial festeja con el guateque campesino su nuevo aniversario, las 113 palmas aplauden mientras la imagen de la familia Rodríguez se mantiene atenta al trato de los museólogos con los niños de la comunidad y recuerdan todos los octubre la Jornada por la Cultura Cubana.
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