Recién comienza el mes de
enero, con el un nuevo año, pero para Cabaiguán no es uno más, sino el 200 del
comienzo de su poblamiento, considerado el territorio en el 1814 como una
taberna, significa ya la presencia de núcleos de habitantes con algunos servicios, los imprescindibles para
los forasteros que se movían de un lugar a otro de la isla y obligatoriamente
tenían que cruzar la zona.
Por esta razón es que los
miembros de la Unión
de Artistas de Cuba (UNEAC), de conjunto con la Asociación de Historiadores,
las organizaciones de masas y el gobierno local, prevén llevar a cabo desde el
venidero mes de febrero un conjunto de actividades a fin de celebrar los dos
siglos de existencia, de la llamada por algunos estudiosos como Tierra de las
Iguanas.
Cada organización tiene un
proyecto que tienden a unificarse con el propósito de encauzar todas las
acciones a llevar a cabo en la comarca
para el período conmemorativo, que culminará en el mes de diciembre del
presente año, dado a que no existe una fecha exacta de la declaración, pero si aparece registrada en la Guía de Forasteros, la cual
concluía en el último mes de cada año.
Entre las propuestas se
encuentran la reparación de edificios emblemáticos, señalización de puntos
historicos y culturales del pueblo, pavimentación del Camino de Santa Cruz, la develación
de tarjas referenciales, el parque de los veteranos, y erigir una estatua al
Che Guevara a la entrada del paseo.
Así mismo se insiste en la
digitalización del archivo fotográfico del municipio, la reparación del parque
José Martí, intensificar el asfaltado de las calles, colocar un busto de Sorí
Luna, principal exponente de la epopeya mambisa de la localidad, entre otras
acciones que aún están por aprobarse.
Las iniciativas ya plasmadas y las que puedan aparecer hasta
conformar el programa definitivo, se dirigen a la participación de todas las entidades
y vecinos del municipio, los cuales de
una forma un otra pueden cooperar en la ejecución de cada una de ellas.
Doscientos años no se
cumple todos los días, este es un buen momento no solo para mejorar la calidad
del territorio, sino además para facilitar la educación de las masas y elevar
el compromiso con el cuidado de los elementos identitarios de la ciudad, motivo
por el cual también se efectuaran conversatorios, conferencias, simposios
investigativos y concursos de participación y conocimiento en los centros de
estudio y trabajo.
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