La Cruz de Mayo; el rescate de la añoranza
Beatriz Garcés, adornó la Cruz de Mayo a la usanza de su tatarabuelo Don José Garcés, quien trajo consigo la costumbre desde las Islas Canarias hasta el barrio rural de Pozas en el municipio de Cabaiguán.
El rescate de la celebración en esta parte de Cuba donde cerca del 80 por ciento de los habitantes tienen lazos consanguíneos con quienes arribaron como inmigrantes en los siglos XIX y XX, esta a cargo del proyecto “Añoranza”, el cual trata de reconquistar las tradiciones y costumbres a fin de fortalecer la cultura popular del asentamiento poblacional.
Cuando han pasado varios días de la celebración, aun se puede ver la Cruz de madera fabricada por los niños del barrio cabaiguanense, quienes la adornaron de acuerdo a la tradición de sus antepasados.
Yaima García, Instructora de Arte, especialista en música, ahora trasmite la experiencia entre los colegas de la Casa de Cultura del territorio con el propósito de extender el rescate de la celebración Cruz de Mayo en otros núcleos poblacionales, en los cuales la presencia de los inmigrantes fue determinante para el desarrollo sociocultural del municipio y en estos momentos muchas de sus costumbres solo se escuchan a través de la tradición oral de los pobladores.
Beatriz Garcés, la niña cuyos ancestros le regalaron la herencia también insiste a sus condiscípulos en su escuelita de Pozas para que el venidero año la Cruz de Mayo los convoque a un evento teórico del suceso a lo largo de los años en la región donde José Garcés conformó la agrupación, musical danzaria que está a punto de cumplir su ochenta aniversario.
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