Por: Aramis Fernández Valderas
Luís
Molina Alvares decidió arrancar una de las matas de malanga de su huerta en la Cooperativa de
producción Agropecuaria Aramis Pérez en Cabaiguán, de la cual fue el presidente fundador en
1977.
Acostumbrado a las sorpresas de la tierra, pensó haberlas
visto todas cuando sobrepasa los ochenta años de edad y haber vivido la mayor
parte de ellos de bruces sobre el surco; pero no es así.
En
total fueron 60 libras
de malangas paridas por la mata, todas prendidas de una cabeza, así se le
conoce al tallo subterráneo donde están prendidos los frutos, que al llevar a
la balanza levanto el brazo hasta las 65 libras.
“Nada
de productos químicos, mi plantación solo es tratada con abonos orgánicos para
que resulten más saludable”, afirma Molina Alvarez ante los vecinos, quienes no
salen del asombro ante el descubrimiento.
La
noticia corre de boca en boca por la sitiería del Troncón, los más curiosos
están atentos a que el productor decida cosechar otras matas plantadas, todas
de la variedad blanca, por ahora la frase más popular de los colindantes es que
“ A Molina le ronca la malanga”
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